La gráfica diaria de la izquierda muestra cómo una vez más el mercado ha demostrado que tiene buena memoria. Ha bastado el encuentro del cambio con esa directriz bajista (línea roja) nacida en agosto de 2009 para hacer retroceder a la libra con cierta virulencia.
Se trataba de un encuentro que podía proporcionarnos interesantes datos sobre la verdadera entidad del movimiento al alza iniciado con los mínimos de mayo de este año. ¿Seguía vigente la tendencia bajista iniciada en agosto de 2009 ó, por contra, el alcismo nacido en mayo de este año sería el que acabaría por imponerse?
De momento, parece que esa directriz roja, representante del bajismo de fondo en el medio/largo plazo, es la triunfadora. Es cierto que ha contado con la inestimable colaboración del especial momento que vive la divisa norteamericana, la cual viene rebotando respecto a las principales monedas, pero ese dato en modo alguno debe alterar las conclusiones que la gráfica nos proporciona.
En el corto plazo (serie de la derecha) puede apreciarse cómo esos fallos reiterados en la superación de los 1,6185 dólares (línea roja horizontal) han tirado hacia abajo del cambio, haciéndole perder la directriz alcista acelerada azul. Ahora es esa línea verde, la misma que sirve de suelo al canal de idéntico color que marcamos en la serie diaria, la que constituye el primer bastión alcista.
Si la libra no logra rebotar desde esa línea verde, la azul del gráfico diario podría ser el destino para el cambio, y eso equivale a ver una continuidad en las caídas.
De momento, los citados 1,6185 dólares constituyen el verdadero nivel de stop de protección inicial de cualquier operación vendedora en el par. Algo alejado, pero el más fiable. Hay otro en la superación de los 1,6090 dólares, más del agrado seguramente de los operadores del Forex.
En cualquier caso, y dada la cercanía (escribimos en riguroso tiempo real) del cambio a esa línea verde que hemos mencionado, mejor esperar a ver cómo cae la misma para abrir cortos. Son sólo unos pocos pips y merece la pena la espera.
Seguiremos los acontecimientos.