Cuando un valor se cae del tirón desde la zona de los 7,50 hasta los 5 euros, no hay prisa por comprar. Ya sé que este tipo de valores, indexados pero con una importante divergencia respecto al índice del que forman parte, tienen siempre un atractivo especial, ése que les concede el carácter de rezagados. Y seguramente el mercado acabe cambiando de opinión sobre el título y haya oportunidad de ganársele dinero en el lado comprador. Pero mejor no jugar a adelantar acontecimientos y dejar en manos del análisis técnico la decisión.
De momento, lo único que tenemos es un típico rebote en la base de un canal bajista, nada más. La más inmediata de las resistencias cotizaba en la superación en cierres de los 5,30 euros y por ahí se ha quedado hoy con la campana. La siguiente opera en el nivel de los 5,50 y en los 5,75 euros está la barrera a la que aquí concedemos la clave para el corto plazo en el valor. Una superación de este último nivel haría que reconsideráramos nuestra visión sobre Banco Popular, pasando a entender que la reconstitución alcista es la hipótesis más probable. Hasta que eso no ocurra, seguimos mirando de reojo a la zona de los 4,60 euros, donde cotiza un soporte que bien pudiera ser el destino de todo este movimiento bajista iniciado a finales de agosto.