A pesar del despropósito que supuso su salida a bolsa. Pese a haber perdido recientemente el euro de valor por acción y ser un título bajista en todos los plazos. A pesar de todo, no aprendemos.
Bastó que esta mañana Bankia tuviera un fulgurante inicio de sesión y ocupara los titulares de la prensa económica para que una legión de operadores se lanzara a comprar. Unos lo harían por mera especulación. Otros, en cambio, movidos por esa contumaz teoría que insiste en comprar los valores más castigados.
Y, desde luego, si se trata de buscar un título especialmente castigado, Bankia es un buen candidato.
La euforia mañanera se topó con la confabulación de resistencias que supone la unión del soporte perdido de los 1,005 euros, y que ahora debe actuar como barrera para la recuperación del precio, y la dejada por el hueco bajista del siete de enero entre los 0,993 y los 1,013 euros.
Lo que vino después lo expresa mejor que cualquier comentario la mera contemplación de la vela dejada en el gráfico diario: un nuevo episodio de un despropósito.