Resaltamos de lo sucedido ayer en Wall Street el hecho que consideramos más relevante: el Dow Jones Industrial consiguió salvar al cierre la zona de los 13.300 puntos, nivel de soporte que en el intradía fue cumplidamente atravesado a la baja, peligrando con ello el aspecto técnico del índice en el muy corto plazo.
A estas horas de la mañana, el cfd sobre el Dow Jones sigue peligrosamente cerca de esos 13.300 puntos. Habrá que ver si los alcistas consiguen volver a encontrar a lo largo de la sesión las fuerzas necesarias para salvar los muebles. Si esa cota se pierde finalmente en cierres y de forma solvente, ocurriendo otro tanto con el nivel de los 1.420 puntos en el S&P 500, el aspecto técnico de los índices directores de la bolsa de Nueva York se enturbiaría ostensiblemente en el muy corto plazo.
Los dos índices que aún aguantan el tipo y que son capaces de mantener la tensión ante los bajistas se rendirían, caso de cumplirse las premisas expuestas, a la corrección pura y dura, emulando con ello al castigado Nasdaq.
Las directrices alcistas nacidas con los mínimos de junio deben ya darse por finiquitadas. Una cosa es mantener una directriz que haya sido puntualmente cruzada en una ocasión, pero que posteriormente logra reponerse en su papel de referencia para el precio, y otra bien distinta seguir dándolas por vivas cuando los precios las han cruzado reiteradamente, dejando claro con ello que han perdido su papel de referente para la cotización.
La onda correctiva iniciada a mediados de septiembre se ha desarrollado en el Nasdaq 100 bajo la forma más dura de corrección en los precios, mientras que en el Dow Jones y el S&P 500 lo ha hecho hasta ahora en la forma más suave de corrección en el tiempo. Si se pierden los niveles indicados, estos dos índices podrían pasar a corregir a la manera del índice tecnológico.
Seguiremos los acontecimientos.
