EDF. No gustan las eléctricas.

No pasan por un buen momento las utilities europeas. Si de por sí ya eran un sector bastante olvidado por los inversores, estos últimos días hemos tenido algunas muestras de nuevas vueltas de tuerca en el bajismo que atesoran las series. Si ayer era la alemana E.ON la que llegó a perder más de un diez por ciento, coincidiendo con la publicación de resultados; hoy ha sido la francesa EDF la que ha tenido que pasar la prueba de someter sus cuentas al veredicto de la bolsa. Y los operadores la han declarado culpable.

La pena impuesta ha consistido en la pérdida contundente, con volumen anormalmente alto, del soporte que cotizaba en la zona de los  14,85 euros. Que el mercado se olía algo parece evidente, basta con observar el reguero de velas bajistas dejado en lo que llevamos de noviembre, síntoma inequívoco de una fuga de dinero en toda regla. Los que no tuvieron acceso a la información privilegiada han tenido que salir hoy a codazos.

No gustan las eléctricas europeas. Al menos, de momento, nuestra Iberdrola parece disfrutar de mejor salud y está evitando un posible efecto contagio. Que siga así.

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