Siempre es la lección más difícil de explicar en esto del análisis técnico: no busquen nunca la perfección ni la simetría en las pautas chartistas, quédense con la esencia de cada formación y miren a los gráficos con una mente abierta. Cuando el iniciado busca un hombro-cabeza-hombro en ciernes, que es el caso que ahora nos ocupa, se obstinará en hacerlo intentando encontrar formaciones con un perfecto dibujo, en las que los hombros tengan sus máximos y mínimos en idénticos niveles de precio, resultando por tanto una línea clavicular cien por cien horizontal. Todo lo que no cumpla con esos ortodoxos requisitos no le valdrá.
Y, sin embargo, la práctica habitual de los mercados está repleta de pautas de hombro-cabeza-hombro en las que ambos hombros siguen un desarrollo desigual (por aquí solemos referirnos a ellos como hombros desgarbados). Incluso, a mayor abundamiento, la teoría chartista indica que la clavicular perfecta es aquella que tiende a tener una inclinación ascendente, propia de la tendencia alcista en cuya cima se producen estas formaciones bajistas.
Dicho lo cual, desplieguen la gráfica que adjuntamos del cambio Euro/Yen en velas de 120 minutos y echen un vistazo a esa amenazante pauta que marcamos ¿Se trata de un hombro-cabeza-hombro en formación, cuya confirmación vendría con el decidido cruce a la baja de la línea verde?
Yo diría que sí. Las proyecciones bajistas, caso de confirmarse, para el par son escasas, aunque siempre deben mirarse estas formaciones más como un techo temporal de mercado que obsesionarse con la consecución de los teóricos objetivos bajistas. Esta mañana a primera hora comentábamos que el Euro/Dólar necesitaba un descanso, haciéndolo justo cuando en la serie de corto plazo nada hacía presagiar tal cosa, y el retroceso se ha producido a lo largo de la sesión. Toca, pues, estar atentos al Euro/Yen, sobre todo si se viene largo desde abajo.
Seguiremos los acontecimientos.
