A mediados de febrero volvíamos a poner a Grifols en el punto de mira. La premisa que establecíamos para entender que el valor estaba dando una nueva señal de entrada consistía en la superación de la zona de resistencia que cotizaba en los 27 euros (línea roja en la gráfica adjunta).
Cumplida la premisa, corría de cuenta de nuestros lectores tomar la decisión de compra. Quienes lo hicieran, ya pueden presumir de acumular plusvalías. Para los que llevamos mucho tiempo recomendando el valor, estas ganancias de las últimas semanas (en un entorno general correctivo, no lo olviden) han venido a demostrarnos una vez más que Grifols era una buena apuesta.
Objetivos para los precios pueden fijarse en el techo de ese canal que marcamos con líneas azules y que viene a cotizar en la zona de los 32 euros, si bien estas cosas siempre deben ir valorándose sobre la marcha y en función del desarrollo de los acontecimientos.
El alcismo, que se tomara un descanso de varios meses dibujando un amplio lateral entre los 24 y los 27 euros, parece haber retornado con decisión.