IBERDROLA y BBVA, ¡qué difícil es volver a ser alcista!

Cuando un valor desarrolla durante años una acusada tendencia bajista, cualquier intento de recuperación alcista se topará con un campo minado de sucesivas resistencias empeñadas en poner freno a las subidas.

La tendencia bajista que empezó con los máximos de 2007 ha tenido en el mercado español un episodio de nuevos mínimos relevantes hace sólo dos meses. Por fuerza, este aire alcista que respiramos desde finales de julio tiene mucho camino por recorrer antes de que podamos entender que la tendencia a la baja de fondo ha terminado.

Pueden estar seguros de que esa sucesión de resistencias que se aprecian en las series semanales de los valores que ahora analizamos se empeñarán en poner las cosas difíciles a los alcistas. En cada uno de esos niveles de precio donde habita una barrera relevante, los operadores serán asaltados por la duda. Si esa incertidumbre les hace vender en masa, la resistencia habrá funcionado y los precios se girarán a la baja. Que después encuentren argumentos que sirvan para renovar las fuerzas y volver hacia arriba con decisión será justamente lo que diferencie entre un mero rebote (por muy consistente y rentable que sea) y el comienzo de un cambio de tendencia en el medio plazo.

Echen un vistazo a la gráfica de BBVA, con esas dos últimas velas intentando asomar a duras penas la cabeza por encima de la directriz bajista de más corto plazo. ¿Creen que con eso bastará? Pues no, más arriba esperan al precio otras dos bajistas, una de ellas la primaria que naciera con los máximos de 2007. Todo camino se inicia con un primer paso, eso es cierto, pero también lo es que hay caminos duros y largos.

Más trabajo tienen los alcistas en Iberdrola, donde dos antiguos soportes que ahora deberían actuar como resistencias para la cotización (la línea roja inferior y la azul) constituyen las fortalezas bajistas más inmediatas. Después, la línea roja superior y el gran hueco bajista (banda amarilla) dejado en aquel aciago mes de octubre de 2008 serán los que tengan la última palabra. Sólo con el precio campeando por encima de los 6,80 euros podrá darse por definitivamente derrotados a los bajistas.

Como pueden comprobar, es duro el trabajo de la recuperación alcista. Eso sí, tampoco olviden que las resistencias, por muchas veces que hayan funcionado en el pasado, acaban por superarse.

Seguiremos los acontecimientos.

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