IBEX 35, se avecina la partida decisiva

Cuando el corto, medio y largo plazo se citan para confluir en un punto determinado, es que algo grande puede estar a punto de pasar. Cuando se produce una confabulación como la que se aprecia en las gráficas que adjuntamos y que ahora desgranaremos, el resultado final del asunto puede ser determinante en términos de tendencia, y más concretamente en lo que se refiere a la tendencia de fondo.

Desplieguen los gráficos que acompañamos. De forma inevitable, su mirada se centrará en la zona de los 9.000 puntos. Y, precisamente, esa es la cifra mágica. Un número redondo que puede dar mucho que hablar en el futuro más inmediato.

En la gráfica semanal, en los alrededores de los 9.000 puntos cotiza esa línea roja que marcamos y que, aunque no arranque justo desde los máximos de finales de 2007, bien puede considerarse como la directriz bajista primaria que guía la tendencia a la baja iniciada hace ya un lustro.

Ligeramente más arriba se encuentra la línea negra que fuera soporte para el precio en 2010 y 2011 y que, tras ser cruzada a la baja, ya ha tenido ocasión de demostrar que se ha convertido en una difícil resistencia horizontal para la cotización.

La gráfica diaria, con un prometedor aspecto técnico en el medio plazo tras el movimiento al alza iniciado el pasado verano, se dirige de nuevo al encuentro de esa banda de resistencia que marcamos en amarillo y que va desde los 8.800 a los 9.200 puntos.

A finales de octubre de 2011 se produjeron sendos huecos bajistas especialmente relevantes en dos sesiones consecutivas. Entonces no lo sabíamos, pero estábamos ante un síntoma adelantado de la toma de control del mercado por parte de los bajistas, control que sería capaz de tirar las cotizaciones 3.000 puntos más abajo en unos meses.

Todo viene a coincidir: entre los 9.000 y los 9.200 puntos el Ibex 35 va a jugar una partida decisiva.

Si sale victorioso de ese encuentro, podremos decir que la tendencia bajista de fondo que aún pervive en el índice de referencia de la bolsa española ha sucumbido al empuje alcista iniciado tras el doble suelo veraniego en la zona de los 6.000 puntos.

Si fracasa otra vez, habrá que esperar tiempos mejores y nuevos intentos. Por fracaso, nosotros entenderíamos no sólo la incapacidad para superar esas resistencias que se citan, sino también el subsiguiente dibujo de una onda bajista que hiciera a los precios perder los soportes que constituyen la última frontera y que ciframos entre los 7.500 y los 7.200 puntos.

Parece que se avecinan momentos decisivos. Ahora, más que nunca, seguiremos muy de cerca los acontecimientos.

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