Todos tenemos claro a estas alturas que el Dax alemán en Europa y el Nasdaq 100 en Wall Street son, sin ningún género de dudas, los abanderados de las tropas alcistas en sus respectivos mercados. Tanto es así que, a la vista de los gráficos que adjuntamos, les va quedando cada vez menos recorrido antes de enfrentar las resistencias que suponen los techos de esos canales alcistas iniciados en 2009 y que marcamos con líneas azules.
Nuestro Ibex 35, por contra, ha dedicado todo ese período de tiempo que marcamos con un recuadro a demostrar reiteradamente su incapacidad para superar la resistencia horizontal que cotizaba en la superación en cierres de los 10.940 puntos.
Dando por sentadas estas premisas, planteamos ahora como muy probable un escenario de lógica corrección, o al menos de desaceleración alcista, en esos índices hiperalcistas en el corto plazo. Y, tras ese planteamiento, la pregunta es inevitable: ¿cómo se tomará el debilitado Ibex 35 ese probable escenario en los mercados alcistas?
Es cierto, como apuntaba un lector antes en un comentario, que toda esta debilidad patria es susceptible de cambiar en cualquier momento, y no duden que, si eso ocurre, cambiaremos nuestra hoja de ruta con la velocidad que las circunstancias requieran. Pero en bolsa siempre trabajamos con posibilidades, con escenarios plausibles, nunca con certezas. Y, si ese escenario correctivo se concreta más allá de nuestras fronteras, nuestra hoja de ruta para el mercado nacional pasaría por una profundización de esa debilidad, o lo que es lo mismo, por el despliegue de una onda bajista.
Como siempre decimos, conviene objetivar estas sensaciones. Y lo hacemos marcando a fuego en la gráfica diaria la cota de los 10.185 puntos. Su pérdida en cierres dejaría claro que los bajistas han vuelto. Quizá nunca se fueron, simplemente estuvieron ejerciendo un suave control en las cercanías de los 11.000 puntos. Habría, llegado el caso, otras batallas importantes que librar, como la que sería de esperar en los alrededores de los 9.800 puntos. Pero estimamos que los alcistas no lo tendrían ya nada fácil.
Seguiremos los acontecimientos.
