SANTANDER. Entre el dividendo elección y la elección de la tendencia.

Pasó no hace mucho en Iberdrola y ha vuelto a pasar hoy con el Santander. Sin entrar en viejas polémicas sobre cuáles sean los gráficos más adecuados, si los que ajustan la serie de precios tras el pago de dividendos y descuentos por ampliaciones o los que no lo hacen, lo cierto es que en ambos casos las gráficas puras (sin ajuste alguno, como las que usamos por aquí generalmente) han posibilitado una conjunción en el tiempo del pago de dividendo y el enfrentamiento de una resistencia especialmente relevante. Puede ser una casualidad, … o puede no serlo. Los designios del chartismo son inescrutables.

En el caso que ahora nos ocupa, recordarán cómo en la víspera de Nochebuena marcábamos unos objetivos para el Santander, siendo la zona de los 6,65 euros (línea roja en la gráfica adjunta) el nivel elegido si se cumplían una serie de premisas. Hasta ahí se llegó en el día de ayer y desde ahí nos hemos caído hoy tras el descuento de ese invento llamado «Santander Dividendo Elección«.

Técnicamente, aunque pueda parecer una contradicción, no es una mala noticia el retroceso que se ha visto hoy. Piensen en la verticalidad acumulada estas últimas sesiones y en la reciente superación de la clavicular de esa formación de hombro-cabeza-hombro invertido que seguimos en gráfico semanal (línea marrón en la serie adjunta). La verticalidad iba necesitando de un descanso y a la formación de vuelta al alza que comentamos no le vendría mal el típico dibujo de un retroceso antes de seguir subiendo.

¡Y qué mejor sitio que una potente resistencia de medio plazo, como la que cotiza en la superación clara de los 6,65 euros en cierres, para cumplir con ese descanso y dibujar el paso atrás!

Quédense con esta idea: a día de hoy, el positivo aspecto técnico del Santander no se ha enturbiado un ápice. Seguiremos los acontecimientos.

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