SANTANDER. Si hay que subir, se sube.

Aunque ya sabíamos que el mercado puede ser irracionalmente exuberante tanto en las subidas como en las bajadas, no por ello dejan de ser dignas de recordar sesiones como la de hoy. Un buen ejemplo nos lo brinda el valor director de nuestro Ibex 35, que no es otro que este banco cántabro empeñado en ser uno de los más grandes.

Santander tenía dos resistencias reseñables, dejadas por sendos huecos bajistas: la más cercana al cierre del jueves cotizaba en los 12,05 euros, la otra (la de verdad) en cierres por encima de los 12,41 euros. Pues bien, en una sola sesión ambas han sucumbido al empuje taurino que viven los mercados estos últimos días, haciéndolo con volumen alto y con hueco de escape alcista, que no es poco.

Uno puede creerse o no creerse este tipo de señales gráficas. Podemos incluso elucubrar con extrañas conspiraciones planetarias que estén preparando una trampa alcista. Pero lo indudable es que nadie podrá rebatir con argumentos puramente gráficos el estupendo aspecto que al cierre de hoy presenta esta serie.

Entrar a mercado o diferir las compras hasta eventuales acercamientos intradiarios al hueco dejado hoy es ya cosa de cada cual, como lo es la abstinencia operativa (perdonen la rebuscada expresión, pero era por eludir la manida liquidez).

Tendremos ocasión de darle vueltas a todo esto y de ver el desenlace final de lo que, en mi opinión, tiene toda la pinta de ser una vuelta al alza.