Al Ibex 35 le han fallado los blue chips

Viendo cómo andan otros índices europeos, acariciando lo que fuera la zona de  máximos que a comienzos de año propició la corrección, o la exuberante salud alcista que disfrutan en Wall Street, a uno le sigue dejando preocupado el aspecto enfermizo que aún destila el índice director de la bolsa española. No es que sigamos en la UVI en la que nos puso el tema de la deuda soberana a comienzos de febrero, pero la verdad es que el doctor mercado aún no ha decidido darnos el alta.

Las razones para que este deterioro técnico siga existiendo, en medio de un mercado global bastante alcista, hay que buscarlas no sólo en lo especialmente acusada que fue nuestra corrección, sino también en el hecho de que los valores directores del mercado nacional llevan un par de semanas parados en seco. Utilizando una imagen muy gráfica, podríamos decir que al Ibex 35 se le ha acabado, en el muy corto plazo, la gasolina blue chip.

En la sesión del 8 de marzo, y como si de un plan preestablecido se tratara, Santander, Telefónica, BBVA y alguno más que ya hemos tratado este fin de semana, marcaron unos máximos que, desde entonces y visto el desarrollo posterior de los acontecimientos, se han convertido en las resistencias horizontales a batir para entender que haya llegado el inicio de un nuevo tramo sostenido al alza.

No son muchos los valores verdaderamente grandes que habitan nuestro mercado, pero, quizá por eso, sí lo suficientemente poderosos para frenar a un mercado en el que otros títulos manifiestan ganas de tirar para arriba. Desde que este trío de ases se parara en seco, nuestro Ibex no ha podido hacer otra cosa que dibujar ese canal lateral levemente alcista verde del gráfico adjunto.

Mientras el Santander no consiga dejar atrás en cierres y de forma solvente la zona de los 10,50 euros, el BBVA los 10,70-10,80 euros y Telefónica los 18,15 euros, el Ibex no encontrará las fuerzas necesarias para atacar y superar la resistencia horizontal que le espera en la banda de precio que va de los 11.200 puntos a los 11.445. Sólo cuando el precio logre campar solventemente por encima de esta última cota podremos declarar oficialmente acabada en el mercado español la corrección iniciada con los máximos de enero.

Toquemos madera para que en el intento los índices mundiales que tanto adelanto nos llevan no decidan hacer una lógica parada en el camino, porque entonces la estancia hospitalaria del mercado patrio podría alargarse más de lo previsto.

Seguiremos los acontecimientos.

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