Banca mediana. Un análisis en dos palabras.

Técnicamente, la situación que presentan Banco Popular y Banesto puede concretarse en dos palabras: directrices bajistas. Si el viernes varias velas de onda alta dibujadas en unos cuantos títulos de nuestro mercado nos sirvieron para argumentar que, al menos en esos valores, el mercado anda indeciso y el equilibrio de fuerzas entre alcistas y bajistas es la nota dominante; en el caso de estos dos bancos, el respeto que la cotización muestra en el largo plazo a esas directrices bajistas que marcamos en las series adjuntas no es síntoma de otra cosa que no sea un decidido desequilibrio de la balanza hacia el lado bajista.

La insistente permanencia de esas directrices bajistas es una clara evidencia de lo poco que aún cree el mercado en la banca mediana en particular  y  en el sector financiero en general, y no sólo dentro de nuestras fronteras.

Algún día, ese sentimiento cambiará radicalmente y estamos convencidos de que, entonces, los bancos serán una inmejorable oportunidad de compra. Cuando ese momento llegue, bolsas como la española, en la que el sector pondera sobremanera, se convertirán en los mercados más atractivos para la inversión.

Lo que no sabemos a día de hoy, y ahí radica el quid de la cuestión, es cuándo llegará ese momento ni a qué precio. Comprar ahora amparándonos en el argumento expuesto sería bastante descabellado, sobre todo si el cambio de sentimiento hacia la banca se produce, por poner el caso, un cincuenta por ciento más abajo.

Puede parecer exagerado, y quizá lo sea, pero es la mejor forma que se nos ocurre de ilustrar una idea que todo inversor bursátil ha de tener muy presente: se debe comprar cuando la gráfica nos diga que ha llegado la hora, nunca más tarde y, sobre todo, nunca antes.

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