El movimiento al alza iniciado a finales de agosto en Wall Street sigue manteniendo esa verticalidad que lo convierte en una acelerada onda alcista digna de admirarse. Sabemos que esa verticalidad no podrá mantenerse indefinidamente y que tarde o temprano habrá de corregirse debidamente. Pero mientras las series de corto plazo aguanten en el seno de esos canales alcistas, no habrá motivos para dudar.
Es cierto que hay resistencias que van apareciendo, como los 1.185 puntos del S&P 500, los 11.160 puntos del Dow Jones o los alrededores de los 2.110 puntos del Nasdaq. Se trata de resistencias presentes en los gráficos intradiarios que acompañamos, a las que se pueden unir otras presentes en las series diarias y que vienen representadas por esas tenues líneas azules que dibujamos (techos intermedios en los canales alcistas) y con las que el precio anda ahora bregando.
Es impresionante el aspecto técnico del Nasdaq, abanderado del mercado neoyorquino, como en los buenos tiempos. Leía ayer en Gurusblog un interesante artículo en el que se comentaba que el 60 por ciento de los ingresos de Apple se deben a productos desarrollados en estos tres últimos años. La tecnología, o al menos el valor que es su timón, ha hecho bien los deberes en estos años de recesión, cosa que otros sectores no han podido o no han sabido hacer. Quizá por aquí esté una de las razones de la divergencia que presentan las bolsas mundiales de un tiempo a esta parte.
Lo decía esta tarde en Radio de Finanzas: los índices americanos son tan alcistas que, en el fondo, eso constituye malas noticias para el mercado español. Si nuestro índice no ha sido capaz de aprovechar este positivo influjo de ultramar para finiquitar sus resistencias, no queremos pensar qué podrá ocurrir cuando en Wall Street echen el lógico freno a las subidas. Aunque quizá, y sólo por llevar la contraria, seamos entonces capaces de seguir demostrando ideas propias y aguantar bien el tirón.
En fin, margen de subida queda en la bolsa americana, así que, mientras los gráficos no digan otra cosa, toca seguir mirando hacia arriba.