Es cierto, a la vista de los gráficos que acompañamos, que parece cada vez más claro que este movimiento al alza iniciado en el mercado americano a principios de febrero está empeñado en llevar al Dow Jones Industrial a los 11.000 puntos y al Nasdaq 100 camino de los 2.000. No es menos cierto que la sesión del viernes dejó en el cfd sobre el S&P 500 un bonito retroceso a la zona de resistencia (línea roja) recientemente superada, ahondando con ello en la idea de que esa rotura alcista es buena y que los 1.200 puntos primero y los 1.275 después son los sucesivos objetivos para el precio en el corto plazo.
Pero una cosa es creer en la consecución de esos objetivos, creencia por aquí mantenida hace ya algún tiempo, y otra muy distinta pensar que esas líneas violetas que marcamos en los gráficos y que constituyen directrices alcistas endiabladamente aceleradas hayan de completar la faena sin ver al precio antes cruzarlas a la baja. Unos lo llaman sobrecompra, otros preferimos ver el tema como una lógica desaceleración que sanee el movimiento alcista de corto plazo.
No hay motivos aún que avalen un retroceso o el dibujo de una zona de congestión previa a nuevas alzas, y mientras ello no suceda son esas directrices aceleradas las que tienen el timón, pero mejor empezar a considerar esa posibilidad como hipótesis de trabajo, ya sea de cara a venideras aperturas de cortos en el trading cortoplacista, ya sea para no pensar que se acaba el mundo alcista cuando esa necesaria subonda correctiva llegue.
Seguiremos los acontecimientos.