Good bye, annus horribilis

ibex-35-grafico-semanal-23-diciembre-2010telefonica-grafico-semanal-23-diciembre-2010santander-grafico-semanal-23-diciembre-2010bbva-grafico-semanal-23-diciembre-2010Comenzamos mañana la última semana del año. Un año aciago para la bolsa española este 2010, sobre todo si la sometemos a la odiosa prueba de ser comparada con el desarrollo de los acontecimientos en los mercados de ultramar o en los de otras latitudes europeas. Un año perdido para buena parte de los valores que componen nuestro mercado, lo que seguramente habrá traído de la mano un año de pérdidas para no pocos operadores.

España y su bolsa no son más que una ínfima parte de eso que llamamos el mercado global. Pero es nuestra parte de ese mercado, aquélla en la que nos jugamos la mayor parte de nuestros euros dedicados a la bolsa y, para bien o para mal, el devenir de nuestro mercado, por insignificante que sea, irá íntimamente ligado al devenir de nuestra cartera bursátil.

Cuentan que la renta variable europea puede ser la mejor apuesta para el venidero 2011. Lo que no dicen es si nuestro mercado queda incluido o no en esa apuesta continental. Desde luego, puestos a captar los ahorros de los inversores españoles, no se me ocurre otro mensaje posible para cualquier firma de inversión que se precie, por más que la afirmación sea un tanto gratuita o basada únicamente en la cuenta de la vieja derivada del peor comportamiento relativo de buena parte de las bolsas europeas respecto a Wall Street.

Las tendencias no son eternas y lo que hoy es perenne debilidad mañana se puede tornar en incesante fortaleza. Las claves, o mejor la clave en singular, para que esta metamorfosis sea posible reside en la visión que los operadores tengan del sector bancario. Es lo bueno de un mercado tan estrecho (sectorialmente hablando) como el nuestro: no hay que considerar demasiadas variables. Si la banca va bien, la bolsa española irá bien.

Por supuesto, como analistas técnicos que somos, ese ir bien predicado respecto al sector bancario tendrá poco que ver con la evolución de sus resultados. Nos importa el sentimiento imperante en el mercado y su reflejo en las series de precios, no las cifras contables. Si el sentimiento imperante sobre la banca cambia hacia el lado positivo, la bolsa española cambiará su rumbo.

No suelen producirse estos cambios de ánimo de un día para otro, así que no sientan remordimiento alguno si tenían pensado estirar sus vacaciones navideñas hasta bien entrado enero. Si esa mutación se produce finalmente en este año entrante, tendremos ocasión de vislumbrarla adecuadamente en los gráficos semanales, ésos que minimizan el ruido de mercado.

Telefónica, Santander y BBVA seguirán siendo los mosqueteros a quienes confiar la tarea de vencer a los espadachines bajistas. Y, como en la obra de Dumas, también ahora será fundamental el que los tres luchen en la misma dirección.

Se nos acaba este annus horribilis. Lo que haya de venir está por ver. No queremos parecer vendedores de esperanza. Si conseguimos sobrevivir a aquel 2008, estamos ya preparados para soportar casi cualquier cosa. Quizá no haya sido un año perdido este 2010, sino un año necesario para digerir las alegrías algo exuberantes del anterior y prepararnos para alegrías venideras.

¿Creían que no íbamos a dejar un resquicio a la esperanza? Pues estaban equivocados. Es Navidad.

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2 responses to “Good bye, annus horribilis

  1. Por lo que se ve en la mañana de hoy, todavía puede ser más «horribilis», y aún no ha terminado.

    Cuando puedas, dime algo de NHH: me parece que está dibujando el segundo hombro, y quisiera saber tu opinión.

    Merci.

  2. Hola Saleta. A ese eventual segundo hombro aún le quedan algunas manos de pintura, así que mejor no precipitarse, no vaya a ser que se derrame.

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