En nuestro primer análisis tras el retorno a las trincheras, tuvimos que echar mano de cierta grandilocuencia en los titulares y dejar claro que el Ibex 35 había confirmado, en gráficos semanales, una gran pauta bajista con proyecciones para la cotización en la zona de los 7.500 puntos.
Había un riesgo en hacer una entrada de este tipo tras más de dos años de inactividad, pero el dibujo conformado en la serie de precios dejaba lugar a pocas dudas.
En esa zona de los 7.500 puntos habita además uno de los pocos soportes fiables que podemos encontrar en la gráfica semanal antes de irnos hasta los mínimos de 2012. Esa línea negra que ciframos en la gráfica semanal adjunta en los 7.490 puntos puede tener mucho que decir en el futuro.
No vamos hoy a dedicar mucho más tiempo a esta visión de fondo del índice. Toca echar un vistazo a la serie de corto plazo, en busca de la inútil tarea de vislumbrar una esperanzadora pauta de vuelta al alza.
Y, efectivamente, la tarea resulta inútil: no hay atisbo alguno de un rebote de cierta entidad.
Echen un vistazo al gráfico del cfd sobre el índice en velas de cuatro horas y comprueben lo determinante que fue la pérdida del nivel de los 10.000 puntos. Pocas veces una cifra tan redonda es tan significativa en el análisis. El posterior retroceso a ese soporte perdido confirmó con su fracaso que la cosa iba en serio.
Lo que vino después ha sido una contundente y acelerada caída de casi 2.000 puntos, jalonada de toda una serie de huecos bajistas de apertura (bandas que se marcan) que nos dejan sucesivas zonas de resistencia para futuras recuperaciones. Tendremos ocasión de ir poniendo nombre a esas resistencias.
El último de esos huecos de apertura, al que aún no nos hemos atrevido a poner esa banda de resistencia, se ha producido justo hoy. Con ello, además, el Ibex se ha demostrado incapaz de contenerse dentro de los límites del canal bajista que forman las líneas rojas. Los bajistas ya no se contentan con caer ordenadamente.
En enero de 2008, cuando aún estábamos en nuestra antigua casa, pronunciamos una frase que ahora, ocho años después, vuelve a definir perfectamente el sentimiento que nos provocan los mercados: si esto no es un crash, se le parece mucho.
Aguardaremos a los cierres semanales del Dax y el S&P 500 para tener que volver seguramente otra vez a echar mano de las frases lapidarias en los titulares.
Seguiremos los acontecimientos.
(Pulsa sobre los gráficos para obtener una vista detallada)
Estimado Antonio,
Hoy viernes, después de dos días de fuerte rebote, cuando todo el mundo opinaba el miércoles que la economía mundial se iba al garete, hago esta entrada para agradecerte tu valentía y honestidad.
Escuchando los programas del «pericardio económico», en los que señores que han estudiado mucho y saben más que nosotros, nos indican si tengo que comprar las telefónicas o no, me he quedado de piedra cuando dos de los analistas que considero honestos parece que se habían olvidado de lo que aconsejaban hace tan sólo dos sesiones y hoy hablaban de la subida que nos podía llevar hasta los 11000 puntos del Ibex y como «aprovechar esta oportunidad».
De repente me he dicho…»no tienen ni puñetera idea y cuando hacen un análisis no se lo creen ni ellos».
Por eso, me quito el sombrero ante tu página. Como tu bien dices, después de dos años de inactividad, tienes la valentía de hacer tu análisis, colgarlo y ahí queda. Me gusta.
Por otra parte y entrando en temas más técnicos, comparto totalmente tu opinión. La codicia y el miedo condicionan totalmente al hombre y lo que ayer era negro hoy parece blanco. Tiempo al tiempo, el rebote era necesario y la situación de fondo a nivel macro no ha variado nada.
Puede ser cuestión de días, semanas o meses pero estoy seguro que veremos el 7500 este año.
Un abrazo.