Trading en SANTANDER. ¿Alguien quiere jugar con fuego?

Los cazadores de suelos están de enhorabuena. Santander ofrece argumentos suficientes para la apertura de una estrategia compradora oportunista en el corto plazo. Es necesario, desde luego, obviar algún que otro pequeño detalle, como el que estamos ante un título eminentemente bajista y, por tanto, especialmente esquivo a soportar operaciones compradoras de trading, o que la vela diaria resultante hoy al cierre tiene un aspecto poco halagüeño (una estrella fugaz que bien pudiera estar marcando el final de este retroceso hacia la base del triángulo resuelto recientemente a la baja).

Me consta, porque lo  he sido durante muchos años y porque todavía de vez en cuando me dejo seducir por sus encantos, que los buscadores de suelos no tendrán problema alguno en restar importancia a los inconvenientes expuestos. El hecho de que el título haya rebotado en esa zona de soporte horizontal que cotiza en el mantenimiento en cierres de los 8 euros (banda amarilla en la gráfica diaria de la izquierda), el que el mercado americano parezca dar síntomas de haber finalizado su particular corrección y, sobre todo, la pauta de vuelta alcista en forma de hombro-cabeza-hombro invertido que se ha dibujado en el gráfico horario (serie de la derecha) son todas razones más que suficientes para aprovechar lo que parece una inmejorable oportunidad de compra.

Argumentan los aficionados a este tipo de cacerías que el stop en cierres por debajo de los 8,35 euros (mínimos del hombro derecho de la formación que comentamos), o incluso en la pérdida de los 8,55 euros, zona en la que hoy se ha dejado un hueco de apertura alcista, aportan una aceptable ecuación riesgo-rentabilidad a la estrategia compradora.

Ustedes verán, los argumentos han quedado convenientemente expuestos y los gráficos que presentamos no tienen ni trampa ni cartón. Eso sí, no olviden que para jugar con fuego es del todo necesario tener a mano un buen extintor. Pueden olvidar que hoy les tocaba recoger a los niños, el cumpleaños de su madre o el aniversario de boda. Pero no se olviden nunca de los stops.