Nos llena de orgullo y satisfacción contemplar la gráfica que presenta BBVA. Para los que nos hemos desgañitado durante meses gritando a quien quisiera escuchar que BBVA era la mejor apuesta entre los blue chips nacionales, observar que el precio ha acabado por darnos la razón no deja de alegrarnos. A veces, incluso acertamos.
En términos de tendencia, la superación de la zona de los 7,85 euros era la clave (pulsa sobre el gráfico para obtener una vista detallada). Durante el primer trimestre de este año se dibujaron sucesivos intentos fallidos de superar esa zona de resistencia (línea negra). Ahora, una vez cruzado al alza, ese nivel de los 7,85 euros debe constituir un soporte fiable y relevante para futuras correcciones.
Y es que, aunque BBVA sea como un cohete al que no parece acabársele el combustible, habrá correcciones. La aceleración alcista iniciada a mediados de julio y que en el gráfico viene expresada por esa directriz que marcamos en verde necesitará en algún momento de un merecido descanso correctivo, ya sea en el precio o en el tiempo.
En gráfica semanal, el título tiene recorrido hasta la zona de los 11 euros y seguramente veremos a BBVA por ahí con el tiempo. Pero no creemos que el camino que resta por andar hasta esa cota siga dibujándose con la verticalidad de estos últimos meses. En bolsa, las cosas suelen funcionar de otra manera.
En cualquier caso, estamos ante un valor netamente alcista en el medio plazo, lo que lo hace especialmente apto para vigilarlo de cerca, entendiendo que cualquier retroceso hacia zona de soporte (la directriz verde o la mencionada zona de los 7,85 euros serían ahora mismo las más cercanas) constituye la antesala de una nueva oportunidad de compra.
Seguiremos los acontecimientos.
where are you, Antonomasia?