Pues sí, finalmente este comienzo de semana nos ha traído de la mano una ruptura generalizada, o casi, de resistencias en los índices directores de Wall Street. La madre de todos los índices, el S&P 500, ha conseguido franquear al cierre esa zona de los 1.13o puntos sobre la que tanto hemos insistido últimamente. El Dow Jones Industrial ha hecho otro tanto con los últimos máximos relevantes desde el rebote iniciado a principios de julio. El Nasdaq 100, el adelantado, lidera la jugada con claridad, como suele ocurrir en la mayoría de los movimientos tendenciales. Sólo falta para conseguir el póquer que el Dow Jones Transportes se anime a saltar su particular barrera.
¿Es esto el comienzo del fin de la corrección iniciada por las bolsas americanas a finales de abril de este año? ¿Se cumplirá este año aquello de vender en mayo y comprar en octubre (finales de septiembre)? No lo sé con seguridad, en bolsa nunca hay nada seguro, aunque la pinta es buena y creo llegado el momento de empezar a tirarse al barro con las compras en valores que lo merezcan. Si después resulta que estamos ante una ruptura falsa y toca ejecutar los stops de protección, no pasa nada. Se opera en función de unos escenarios y unas premisas, estableciendo niveles cuya pérdida (o superación, si se opera a la baja) nos hace aceptar el error. En eso consiste el método, y el método dice que esta ruptura de resistencias bien puede interpretarse como el inicio del movimiento que lleve a estos índices camino de la parte alta de esos canales que definen las líneas azules.
Esperar hipotéticos retrocesos a la resistencia superada o hacerlo ya sin más dependerá un poco del estilo y el temple de cada uno. Hay valores que ya venían mereciéndose las compras, sobre todo en otros mercados, así que ahora los argumentos a favor han crecido ostensiblemente.
Seguiremos los acontecimientos.