En el partido por la continuidad alcista que vienen disputando últimamente las bolsas, Telefónica y Santander en el equipo nacional, y los índices directores de Wall Street en la selección mundial son, además de claros titulares, las figuras que deberán acabar resolviendo el encuentro.
No todos andan en el mismo estado de forma. Mientras los jugadores americanos parecen estar saliendo ya de la lesión producida a comienzos de mayo, el combinado patrio anda aún generando dudas. Y es que nuestro juego no acaba de convencer, y así seguirá mientras la zona de los 10.800-11.000 puntos del Ibex siga mostrándose tan eficaz en achicar los balones que los alcistas meten al área.
Las dos principales figuras nacionales tienen aún comportamiento dispar. Telefónica tiene un buen aspecto técnico en el corto plazo, invitando a las compras de trading con stop en la pérdida en cierres de los 17,95 euros y la vista puesta primero en la zona de los 19,15 euros, donde cotiza una resistencia horizontal importante, y en la de los 20 euros después si la cosa se anima. Santander, nuestro delantero estrella, no se muestra en cambio tan suelto con el regate. El banco sigue bajista en el muy corto plazo y la única buena noticia radica en el reciente respeto del soporte que cotiza en los 8,97 euros en cierres, y que fuera dejado por el hueco alcista del 26 de agosto.
¿Qué opina el comentarista? Pues podríamos decir aquello de que el fútbol es así y que no hay rival pequeño, e incluso la fortaleza del Dax nos vendría al pelo para recordar que esto es un deporte que juegan once contra once y que siempre gana un equipo alemán. Sin embargo, bastará con que reiteremos lo que venimos diciendo desde que llegáramos de vacaciones: nuestra hoja de ruta apunta a la continuidad alcista en el corto plazo mientras los gráficos no digan lo contrario. Esperemos que, caso de seguir teniendo razón, España pase de cuartos.
No mencionas BBVA? Porque creo que va a pegar un subidón de aquí te espero… Ayudará al IBEX, seguro.
Hoy tocaba hablar de los “galácticos”. Pero no lo perdemos de vista. Un saludo.