Alcismo en fase correctiva. Con esta frase podríamos resumir, y hasta completar, nuestra visión actual del mercado norteamericano. Los índices directores de Wall Street pusieron en el mes de abril el punto final a uno de los movimientos al alza más espectaculares de la historia bursátil, espectacularidad en buena parte debida al no menos asombroso movimiento bajista vivido por los mercados en 2008. Con ello se cumplía esa máxima que alienta vender en mayo y salir corriendo.
El suelo de mercado dibujado por las bolsas mundiales en marzo de 2009, además de ser el inicio de, en nuestra opinión, un gran mercado alcista en el que aún nos encontramos inmersos y que algún día debería llevar a las cotizaciones por encima de los máximos históricos de finales de 2007, supuso un cien por cien de revalorización en poco más de un año. Y movimientos de este tipo necesitan, tarde o temprano, de una adecuada corrección que ayude a digerir tamañas rentabilidades.
Precisamente en ese tramo correctivo es donde nos encontramos ahora mismo, corrigiendo más en el tiempo que en el precio. ¿Cuánto podrá durar esta lateralidad bajista? Ni idea, la historia bursátil está llena de ejemplos que nos hablan de amplísimos laterales antes de retomar la tendencia alcista previa. Véase el dibujado en nuestro mercado por Ebro Puleva recientemente, sin ir más lejos.
Lo verdaderamente importante es el mantenimiento de la idea de fondo que subyace: el alcismo iniciado en marzo de 2009 continúa vivo, aunque agazapado a la espera de encontrar el momento idóneo para volver a dejarse ver. Esto, al menos eso es lo que por aquí pensamos mientras los gráficos no nos digan lo contrario, no es más que una gran onda correctiva, pero en modo alguno el inicio de un cambio de tendencia de alcista a bajista.
¿Cuándo sería el momento de reiniciar las compras en los índices directores de Wall Street y en el mercado estadounidense en general? Si ya hemos dejado dicho que es imposible conocer a priori cuál pueda ser la duración de esta corrección, sí es cierto en cambio que determinadas premisas, caso de cumplirse, podrían servirnos como excusas para entender llegado el momento de arriesgar los primeros euros (o dólares) en el mercado norteamericano. Una de esas premisas, en nuestra opinión la principal, pasa por asistir a la quiebra de la cadena de máximos relativos decrecientes iniciada en el mes de abril.
Sólo con la superación solvente de la zona de los 1.130 puntos del S&P 500 veríamos razones para tirarnos al barro de las compras en el mercado americano, y siempre con stops muy claros en la pérdida de los últimos mínimos relevantes. Si ese movimiento de ruptura de la cadena de máximos relativos decrecientes se produce al unísono en todos los índices que presentamos, siempre tendremos de nuestro lado un plus de solvencia. De hecho, el Dow Jones Industrial amagó esa rotura a comienzos de agosto sin ser seguido por los demás índices y todo quedó en agua de borrajas. Otra regla que se cumplió una vez más: aquélla que propugna que los movimientos tendenciales, para ser fiables, han de producirse en la generalidad de los índices directores.
Seguiremos los acontecimientos.
No podria ser que rompiesemos la parte baja del canal??
Recordemos que todabia no nos hemos recuperado del todo.
Ademas todos los analistas estan recomendando comprar, que eso para mi es sinonimo de lo contrario.
Un placer leerte
Por supuesto, todo es posible, pero nuestra hoja de ruta apuesta por la continuidad alcista tras este período de consolidación correctiva. Si la premisa que tú expones llegara a cumplirse, habría que cambiar nuestro escenario de trabajo. En eso consiste esto, en obtener un escenario como más probable tras el análisis y obrar en consecuencia, pero estando dispuesto a cambiar de opinión con la velocidad que los acontecimientos requieran. Un saludo.